Ética Moral y autonomía

Al final siempre convergen

Para hablar de la relación que existe entre estos conceptos hay que saber de forma correcta que significan cada uno, también tener claro que aunque existan personas que usen indistintamente el termino moral y ética no son la misma cosa. Hay que entender un poco cual ha sido su origen y la evolución etimológica de cada palabra, pero sobre todo ver como se aplican en la cotidianidad y de qué manera el individuo en la sociedad ejerce la facultad de su autonomía.

La ética según la Real Academia de la lengua Española:

« 2. adj. Recto, conforme a la moral.

4. f. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. »

Ética como palabra proviene del griego ethos, que en un principio significo “Morada”: Lugar donde se habita; según esto Ethos es el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos. En palabras simples la ética es el modo de ser o carácter que se va adquiriendo en la existencia.

No tiene cabida en la práctica hablar de Moral sin tener en cuenta el entorno, un contexto cultural y los antecedentes históricos particulares  de un individuo o determinada sociedad. La Moral siempre será establecida por la sociedad, acuerdos implícitos y explícitos que se establecen por tradición y para el bien común. En el libro de Fernando Savater, Ética para Amador se da un concepto de lo que es la moral: «Conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos» es una forma simple pero especifica de ver la moral; buscando en el pasado nos encontramos con el término Mos, es la traducción en latin que se acuña a Ethos, he aquí la primera relación entre una cosa y la otra, partiendo de Mos Cicerón acuño a un concepto primitivo pero valido de moral la palabra Moralis.

Para la Real Academia de la lengua Española la Moral se define:

«1. adj. Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.

4. f. Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.»

Entonces podemos establecer que ambas denotan un conjunto interdisciplinar de saberes que se refieren sobre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Aunque tienen relación tanto en su origen como en la práctica la Ética y la Moral no son lo mismo.

Sobre la autonomía del individuo, es un término que se presta para confusiones ya que según su definición por defecto se trata de «La condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie» pero esto es una  utopía y no debe interpretarse a la ligera ni de manera literal; teniendo en cuenta que mas allá de nuestro individualismo e independencia, somos seres sociales y por ende dependemos y coexistimos con otras personas en un entorno de distintos factores con diversos orígenes. La autonomía entonces no es hacer lo que se le dé la gana a alguien y cuando le plazca; ser autónomos es actuar dentro los parámetros establecidos (moral), y haciéndolo a voluntad de lo que creemos y aceptamos como correcto (ético), nuestra forma de hacer las cosas.

De esta forma vemos como Ética, Moral y autonomía convergen en una idea que es aceptada por la mayoría: Si todos respetamos a los demás y llevamos nuestra autonomía de manera correcta, haciendo uso de nuestra razón y conciencia social tendremos una vida mejor.